¿QUÉ ES EL SÍNDROME DE OVARIO POLIQUÍSTICO?
¿Sabías que el estilo de vida, el estrés, la nutrición y los bloqueos emocionales influyen en el síndrome de ovario poliquístico (SOP)?
El SOP es un desequilibrio hormonal que se caracteriza por tener demasiados andrógenos (hormonas masculinas) en el cuerpo. Es la afección endocrina más común en mujeres en edad reproductiva y es la primera causa de infertilidad por anovulación, representando aproximadamente el 80% de los casos.
Los síntomas incluyen aumento de peso; resistencia a la pérdida de peso; acné (especialmente a lo largo de la mandíbula, pecho y espalda); ausencia o irregularidad de los períodos; caída del cabello en la parte superior de la cabeza; crecimiento de vello no deseado en el rostro, pecho o abdomen; baja libido; insomnio; aumento de la relación cintura-cadera; aparición (no necesariamente) de quistes en los ovarios; infertilidad.
Y estos síntomas pueden ser molestos, pero el verdadero problema es que si no atiendes la causa subyacente, podrías estar preparando el terreno para otras afecciones más graves como diabetes, enfermedades cardíacas, presión arterial alta, accidentes cerebrovasculares o cáncer. También se ha asociado con un mayor riesgo de ansiedad y depresión.
La buena noticia es que muchos cambios en tus hábitos y un enfoque holístico pueden sacarte de este caos metabólico y también puede disminuir las posibilidades de desarrollar las afecciones relacionadas a este síndrome.
¿QUÉ CAUSA EL SOP?
Aun muchos médicos hoy en día te dirá que ‘no se sabe’. Sin embargo, ya hay cientos de estudios que comprueban sus causas multifactoriales. Estas son las más comunes:
1. La resistencia a la insulina es uno de los desequilibrios fisiológicos fundamentales en la mayoría de los casos. La insulina actúa directamente en el ovario, estimulando la producción de testosterona en las células de los folículos del ovario, lo que origina hirsutismo (vello facial), ausencia de menstruación, acné, acumulación de peso no deseado alrededor de la cintura (ya que la insulina almacena grasa y la concentra en la región abdominal), la anovulación crónica e infertilidad.
La insulina es la hormona que almacena la glucosa en las células para producir energía. Cuando entra demasiada glucosa (por consumo excesivo de carbohidratos y azúcares) el páncreas se ve forzado a producir más y más insulina. Si esta condición persiste en el tiempo, las células dejan de responder a toda esa insulina, es decir, se vuelven resistentes a la insulina. A la larga, el páncreas no puede mantener el ritmo y se disparan los niveles de insulina y azúcar en la sangre.
El contribuyente más común a la resistencia a la insulina es llevar una dieta rica en carbohidratos simples y alimentos procesados, por ejemplo: cereal en el desayuno, un sándwich en el almuerzo y pasta en la cena con una copa de vino (y no, una copa de vino al día no es saludable, es un mito!).
2. Adrenarquia precoz: la insulina estimula la producción de andrógenos suprarrenales, lo que conduce a una adrenarquia prematura: aparición de vello púbico, vello axilar u olor corporal antes de los 8 años. Esto lleva a una pubarquia precoz donde una de cada dos pacientes desarrolla un cuadro de SOP en la adolescencia. Esta condición es cada vez más frecuente (los niños de hoy consumen más azúcar y carbohidratos que en toda la historia de la humanidad). Así que si tienes hijas (o hijos) no les des cereal ni pancitos dulces de desayuno ni meriendas azucaradas!
3. Inflamación. Este tipo de SOP se observa con mayor frecuencia en mujeres que no tienen sobrepeso y que no presentan los síntomas clásicos del SOP. La inflamación (respuesta inmunitaria anormal, en la que el proceso inflamatorio no termina cuando debería y con el tiempo puede dañar células y tejidos) puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo intolerancias alimentarias, exposición a toxinas ambientales, y una dependencia excesiva de edulcorantes y alimentos con alto índice glucémico (de nuevo…una dieta pobre).
3. Hormonas sintéticas, en mujeres que han estado tomando la píldora u otros anticonceptivos hormonales como implantes, inyecciones o anillos durante mucho tiempo y al parar sus períodos no vuelven. Las hormonas sintéticas cierran la comunicación entre la glándula pituitaria y los ovarios para prevenir el embarazo y puede ser necesario trabajar para restablecer este canal de comunicación.
4. ¿Otro contribuyente importante? El estrés. Ya sea trabajar 50 horas a la semana en un trabajo que no te gusta, no dormir lo suficiente para descansar y repararte, estar demasiado comprometida (y tener hijos demasiado comprometidos) o estrés interno como infecciones crónicas, comer alimentos que reaccionan con tu sistema inmunológico o tener una alta carga tóxica.
Estos factores estresantes le dicen a su cerebro que envíe una señal para que las glándulas suprarrenales liberen cortisol, la hormona del estrés. Si el cortisol se produce en exceso de forma regular, también puede provocar resistencia a la insulina.
5. Causas emocionales o programaciones mentales. La interpretación de esta afección desde este punto de vista es bastante amplia y compleja.
Según la biodescodificación el SOP suele presentarse en mujeres con exceso de energía masculina (metafóricamente asociado al exceso de testosterona), desconectadas de su poder creativo o poseen un sentimiento de desventaja por ser mujer (del tipo: prefiero amigos hombres ó quisiera haber nacido hombre).
También pueden sentir un sometimiento de su ‘loba interna’: estar acompañadas de maridos inmaduros emocionalmente, con situaciones de celos, control o tener exceso de responsabilidades (por ejemplo ingenieras).
Los ovarios son los encargados de producir el óvulo para la fecundación así que otro de sus significados está asociado a querer o no querer ser madre. Por ejemplo, ‘mi pareja quiere pero yo no’, o viceversa; mujeres que retrasan la formación de la familia por dar prioridad a su carrera profesional pueden entrar en conflicto interno.
Sentirse incapaz o tener miedo de traer una vida al mundo. Querer ser madre pero la pareja o el momento no es adecuado para ello.
Son varios los autores que describen estas situaciones (Enric Corbera, Joan Marc, Louise Hay, Kyke Hamer, etc). No existe un estudio científico ni tampoco un consenso exacto, solo las observaciones de cientos de pacientes donde cada uno tiene un caso particular pero existe sí una correlación general. Yo también lo he podido verificar a través de las terapias de sanación a través de los registros akáshicos. La única forma de comprobar esto es experimental.
6. Genética o bloqueos en el linaje. Estos conflictos también se repiten de las antepasadas. Así, una adolescente con ovarios poliquísticos puede estar reflejando una historia de su madre, abuela, etc.
7. Es posible tener una combinación de todas estas causas.
¿CÓMO SE HACE EL DIAGNÓSTICO?
Un médico puede diagnosticar el síndrome de ovario poliquístico basándose en varios criterios:
- Síntomas que indican niveles de andrógenos más altos de lo normal.
- Análisis de sangre, incluidos glucosa en sangre, HbA1c (hemoglobina glicosilada, mide el nivel promedio de glucosa en la sangre durante los últimos meses), insulina y andrógenos circulantes.
- Examen físico y examen pélvico para buscar ovarios agrandados u otros signos de aumento de andrógenos.
Algunos médicos pueden realizar una ecografía de los ovarios, pero el síndrome de ovario poliquístico no se puede diagnosticar definitivamente mediante ecografía, porque es normal que los ovarios tengan quistes. Las mujeres sanas, especialmente las jóvenes, suelen tener varios folículos ováricos a la vez. Esto hace que el hallazgo ecográfico de múltiples quistes no tenga sentido cuando se trata de diagnosticar el síndrome de ovario poliquístico.
ANTICONCEPTIVOS Y SOP
Los anticonceptivos se utilizan con mucha frecuencia en este cuadro para provocar menstruaciones artificiales y atenuar algunos síntomas, pero diversos estudios demuestran que estos anticonceptivos disminuyen significativamente la sensibilidad a la insulina, la cual aumenta mucho más en las mujeres con SOP tratadas con anticonceptivos, que en las mujeres que no los utilizan.
Este tratamiento solo enmascara los síntomas pero agrava el origen de esta entidad, que es la resistencia a la insulina. ¡Es peor el remedio que la enfermedad!
Este deterioro de la resistencia insulínica se relaciona directamente con la cantidad de progestágenos presente en los anticonceptivos y se acompaña de un aumento en el colesterol total y los triglicéridos, y de una disminución del colesterol HDL.
Y mientras más tardes en descubrir el origen de esta afección más difícil será quedarte embarazada cuando quieras hacerlo.
¿CÓMO SANAR EL SÍNDROME DE OVARIO POLIQUÍSTICO?
Cuando sabes que los ovarios no son la causa de tu problema y que lo que estás experimentando es un desequilibrio hormonal mayor, curar tu síndrome de ovario poliquístico y borrar tus síntomas se vuelve mucho más fácil.
Si estás familiarizada con mis artículos sabes que mi enfoque de sanación es holístico, integrando todas las dimensiones del Ser: cuerpo, energía, mente, emociones y espíritu.
Así que comencemos con el cuerpo físico:
LO PRIMERO ES RESTAURAR LA SENSIBILIDAD A LA INSULINA
¿Qué se puede hacer? ¿Tiene sentido tomar una píldora anticonceptiva?
“Controlar” el SOP con anticonceptivos hormonales no es más que un parche que impide detectar problemas subyacentes que pueden derivar en un cuadro mucho peor como la diabetes o el cáncer.
Un plan de alimentación bajo en cereales (o sin cereales), similar a una forma de alimentación paleo, es decir, de “comida real” que consista en alimentos integrales, sin procesar y sin refinar es la opción más sensata.
Sustituye carbohidratos simples por carbohidratos complejos de bajo índice glucémico y en cantidades moderadas (por ejemplo, come boniato en vez de patata, o quinoa en vez de arroz). Las proteínas de buena calidad (carnes orgánicas de pastoreo, pescado salvaje, huevos de granja, granos ecológicos) y grasas de buena calidad (oliva, aguacate, grasa de animales orgánicos, nueces).
Si quieres corregir el desequilibrio metabólico desde la raíz, debes librarte del pan, el azúcar y la leche hasta haber sanado completamente. Lamentablemente, desde que la pirámide alimentaria se basó en cereales en los 70’s, hizo que la mayoría de las personas en occidente cayéramos en la trampa, haciéndonos creer que la grasa era la mala de la película. Es por eso que tantas enfermedades crónicas se han disparado desde entonces.
Algo importante a entender es que las mujeres necesitamos comer distintas fuentes y cantidades de macronutrientes en diferentes momentos del mes. Fue mi ciclo el que me llevó a comprender finalmente cómo equilibrar la ecuación. No se trata de comer paleo, keto o vegano sino de nutrirte a favor de tus hormonas y sin restricciones calóricas.
Por otro lado, el ejercicio ayuda al cuerpo a volverse más sensible a la insulina indicando a las células que reduzcan el nivel de azúcar en la sangre. Sin embargo, el ejercicio excesivo puede aumentar la demanda de las glándulas suprarrenales y producir más cortisol, lo que puede causar más problemas.
El ejercicio moderado, como el entrenamiento de intervalos de alta intensidad – HIIT, levantamiento de pesas y el yoga, son el mejor camino a seguir, variando el tipo de entrenamiento según la fase menstrual y ‘escuchando’ los niveles de energía de tu cuerpo.
Es por ello que el Yoga Femenino y la Nutrición Cíclica son grandes aliados ya que se adaptan a las necesidades fisiológicas y cíclicas de la mujer.
Suplementos naturales como la Berberina, el Myo-inositol o el Vitex (sauzgatillo) también han dado buenos resultados como coadyuvantes en el tratamiento del SOP.
La homeopatía puede ser otra opción. Fue uno de los tratamientos que utilicé para poder embarazarme y ¡funcionó!
MÁS ALLÁ DEL CUERPO FÍSICO
A nivel energético puedes ayudarte con yoga, pranayama, reflexología o acupuntura. A nivel mental y emocional es necesario revisar si existe algún conflicto en torno a la feminidad que haya que re-programar ya sea con meditación, hipnosis u otras técnicas en un entorno terapéutico.
También es importante revisar si tus ancestras sufrieron algún cuadro similar por si estás arrastrando algo del clan. En este caso también existen herramientas para limpiar y sanar estos bloqueos.
Somos seres multidimensionales y la enfermedad no es más que un aviso de tu cuerpo y de tu alma de que debes mejorar algún aspecto de tu vida, cambiar tus hábitos o liberar algún bloqueo para que puedas seguir evolucionando en el camino evolutivo del Ser.
¿CÓMO SUPERÉ ESTA ENFERMEDAD?
En mi caso particular, la causa estuvo asociada a múltiples condiciones: Vivía en USA donde la alimentación era bastante artificial en aquel entonces, consumía exceso de carbohidratos y azúcar, ingería alimentos que me causaban mucha inflamación, y tomaba píldoras anticonceptivas. Casualmente trabajaba como ingeniera y asumí algunas cargas un tanto estresantes.
Estas píldoras a su vez desencadenaron candidiasis recurrentes, problemas digestivos y disminuyeron mi libido, erosionando mi vida sexual y haciendo que mi pareja me rechazara. Al detener las píldoras (porque ya no tenía relaciones) pasé 6 meses sin menstruación (y sin infecciones vaginales), con insomnio y vellos en mis senos.
Así que tanto mis malos hábitos, el estrés, las pastillas anticonceptivas y el conflicto emocional en torno a mi feminidad de ‘loba herida y rechazada’ fueron la combinación perfecta para desencadenar SOP acompañado de hipotiroidismo.
Por supuesto me recetaron levotiroxina para la tiroides y píldoras anticonceptivas. Desaparecieron los vellos en los senos y mi menstruación volvió de forma artificial. Pero volvieron las infecciones vaginales recurrentes, el insomnio, la inestabilidad emocional y el ‘síndrome de intestino irritable’.
Así que decidí parar el tratamiento, dejar mi trabajo, mi pareja y el país. Me fui en una aventura de mochilera por Suramérica por un año. Cuando volví a hacer mi chequeo, ya no tenía SOP, ni hipotiroidismo. Mi menstruación no era un reloj pero venía con regularidad, desaparecieron los vellos en los senos, las infecciones vaginales se detuvieron y mi digestión volvió a la normalidad.
¿Cómo lo logré? Cambio de alimentación, ejercicio (mucho Yoga y escalada), meditación, contacto con la naturaleza, cero píldoras y cero estrés. Por el lado emocional, solté una relación que no me hacía bien…y la solté de verdad, sin culpar a nada ni a nadie, en total aceptación y confianza en los procesos de la vida.
Al pasar los años me enfrentaría a problemas de fertilidad pero que no estaban asociados al SOP ni al hipotiroidismo, pero esa historia la dejo para un próximo post.
Espero que esta información te de ánimos para tomar las riendas de tu salud, a cambiar hábitos de vida que sean sostenibles y perdurables en el tiempo, que te lleve a reflexionar sobre cómo llevas tu feminidad y que te impulse a querer sanar desde el interior.
Con amor Adri YoGanesha
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(Sin anticonceptivos, tratamientos costosos e invasivos, dietas restrictivas, ni efectos secundarios)