«Una sonrrisa genuina distribuye la corriente cósmica, Prana a cada celula del cuerpo. El hombre feliz está menos sugeto a la enfermedad, porque la felicidad en realidad atrae al cuerpo un mayor suministro de la energía vital universal.»
– Pramahansa Yogananda –
¿QUÉ ES EL PRANA?
En la filosofía hindú, la palabra sánscrita «Prana» significa la «energía vital» que impregna la realidad en todos los niveles, incluidos los objetos inanimados. Existen conceptos similares en varias culturas, incluyendo el ánima en latín (que significa «aliento», «fuerza vital»), el “ruh” islámico y sufí, el “pneuma” griego, el “qi” chino, el “maná” polinesio, el “orenda” amerindio y el hebreo “ruah”. Prana también se describe como energía sutil o fuerza vital.
Recordemos que la filosofía Samkhya postula dos realidades de las cuales evolucionan todas las cosas: purusha, principio espiritual y conciencia, y prakriti, energía y materia. Prana es el principio activo de la energía manifestada. La conciencia está latente; prana está activo. Ninguno puede existir o funcionar sin el otro. Prana es una fuerza activa sin conocimiento. La conciencia es conocimiento sin movimiento.
Vedanta enseña que todos los fenómenos del universo han evolucionado a partir de esta única sustancia eterna. Antes del comienzo de la creación, el estado causal incondicionado del universo contenía Prana potencial. Prana es la causa de todo movimiento y vida tanto en el mundo orgánico como inorgánico. Desde la más mínima expresión de movimiento, vida o mente, desde el átomo más pequeño hasta el sistema solar más grande, todo es la manifestación de la fuerza omnipresente llamada Prana.
El prana fluye en nuestro cuerpo astral a través de los «nadis» o meridianos que son canales de materia sutil. Los Upanishads generalmente hablan de 72.000 nadis. Como vimos en el blog anterior, este sistema energético se encuentra en el pranamaya kosha del cuerpo astral y tienen una influencia determinante en nuestro cuerpo físico.
El punto donde dos o más nadis se cruzan se le llama chakra, que son los centros de energía en donde se concentra el prana y son puntos de conexión con otros mundos y cuerpos. De los muchísimos chakras y nadis que se ubican en el cuerpo astral, en hatha yoga nos concentramos solamente en los siete chakras y en los tres nadis más importantes: ida, pingala y sushumna. Estos nadis y chakras se encuentran a lo largo de la columna vertebral y los podemos comparar con las autopistas. Si queremos evitar tráfico (energía bloqueada) debemos primero ocuparnos de las autopistas. Cuando el tráfico de las autopistas fluye libremente se mejora automáticamente el tráfico de las pequeñas calles. Los otros miles de chakras y nadis que existen se mejoran automáticamente cuando se mejora el flujo de los más importantes. Cuando el prana (energía vital) fluye libremente a través de los nadis, los chakras brillan adecuadamente y nosotros nos sentimos bien. Cuando el prana se bloquea empezamos a tener problemas.
- Sushumna: ubicado en lo que corresponde a la columna vertebral y conecta el sacro con el cráneo. Es el nervio sutil central de todo nuestro sistema. Todos los demás nadis se originan en Sushumna, saliendo de Muladhara, el primero de nuestros chakras. A cada lado, en lo correspondiente a los ganglios simpáticos de nuestro cuerpo material, están Ida y Pingala.
- Ida es por donde fluye apana, manifestación negativa del prana. Es una fuerza relacionada con la luna, que fluye hacia abajo. Está conectado con la fosa nasal izquierda, con el lado izquierdo del cuerpo y el hemisferio derecho del cerebro. Es una fuerza con cualidades femeninas, ilustrada de color blanco.
- Pingala tiene cualidades masculinas, se relaciona con el sol y es una polaridad positiva, que fluye hacia arriba. Se relaciona con la parte derecha del cuerpo, la fosa nasal derecha y el hemisferio izquierdo del cerebro. Tiene la facultad de generar calor, mientras que Ida baja la temperatura.
Los primeros seis chakras están ubicados en Sushumna. El séptimo está en la corona de la cabeza. Cada chakra representa una característica de nuestro ser psicológico y espiritual. Están asociados con plexos nerviosos, glándulas o centros reales en el cuerpo, El equilibrio de nuestros chakras influye en la salud de nuestro cuerpo físico así como en la plenitud y armonía en los diversos aspectos de nuestra vida.
Cada uno es simbolizado por una símbolo parecido a una flor. Cada pétalo representa el número de nadis que pasan por ellos, y cada nadi está asociado con un sonido vibracional que emite la energía kundalini al pasar. Cada centro energético tiene un mantra, un color y un elemento al que se asocia, y corresponde a un plexo nervioso determinado.
- Muladhara («apoyo de raíz»), se asocia con el color rojo o amarillo, tiene cuatro pétalos, su elemento es tierra y su mantra es Lam. Corresponde al plexo sacro. Ubicado en la base de la columna vertebral entre el recto y los genitales, este centro es el lugar de reposo del latente «poder de la serpiente», energía que el Hatha Yoga busca despertar. Este centro está conectado con la eliminación, así como el miedo.
- Svadhisthana («lugar propio»), corresponde al plexo coccígeo. Es de color naranja o blanco, tiene seis pétalos, su elemento es el agua y su mantra es Vam. Ubicado en los genitales, este centro está conectado con las funciones uro-genitales.
- Manipura («ciudad joya»), ubicado en el plexo solar. Es de color amarillo o rojo, tiene diez pétalos y su elemento es el fuego. Es el principal lugar de almacenamiento de prana y distribuye la fuerza vital a todas las partes del cuerpo y está involucrado en el proceso digestivo, así como la fuerza de voluntad.
- Anahata («sin obstrucciones»). Corresponde al plexo cardiaco. Es de color verde o gris, tiene doce pétalos su elemento es el aire y su mantra es Yam. Es el que se llama «chakra del corazón», que nos conecta con el amor universal. Ubicado en el en el centro del pecho, es el lugar donde se puede escuchar el sonido interior o en la meditación.
- Vishuddha («puro»), de color azul marino y está en la garganta. Tiene 16 pétalos, su elemento es el éter y su mantra es Ham. Está asociado tanto con el habla como con la codicia.
- Ajna («comando»), está ubicado entre las cejas. Tiene dos pétalos, su mantra es OM, su elemento es el pensamiento y se representa por el color blanco puro o índigo. Es el centro telepático. También se asocia con la experiencia de estados superiores de conciencia.
- Sahasrara («mil radios»), tiene correspondencia con la glándula pineal. Se ubica en la corona de la cabeza. Se dice que tiene diez mil pétalos para simbolizar el universo. Su color es el dorado, violeta o blanco. Ubicado en la corona de la cabeza, este chakra especial está asociado con estados superiores de conciencia y estado de éxtasis.
Para el Yoga y el Ayurveda es importante saber qué dosha predomina en cada chakra para ayudar al flujo correcto de Prana y mantener nuestro cuerpo con salud. Cada chakra influye en diferentes órganos y glándulas del cuerpo físico. Esto tiene mucha importancia porque en nuestro cerebro y sistema endocrino encontramos una milagrosa farmacia y un laboratorio de drogas recreativas. Gente que, por ejemplo, necesita insulina, puede reducir su dosis o hasta no necesitarla haciendo ásanas (posiciones de yoga) que estimulan el manipura chakra que actúa sobre el páncreas. Podemos estimular glándulas como la hipófisis o glándula pituitaria que produce endorfinas (la hormona del placer). Cuando, alguien tiene gripe, se debe estimular el manipura chakra para subir el fuego y así reducir este dosha Kapha.
La meta del yoga es aumentar el nivel del prana o energía vital, y desbloquearla a través de la respiración adecuada y el pranayama (ejercicios de respiración) y tomar el control de los órganos de acción. A medida que la energía kundalini pasa por cada uno de los centros energéticos, se experimentan diferentes niveles de conciencia. Cuando la energía kundalini llega al séptimo chakra, según la tradición se llega a la iluminación: ‘integración con la conciencia universal’.
